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PeraMelon

Page history last edited by Stella 15 years, 4 months ago

Pera Melón

(Solanum muricatum Ait.)

 


 

El pepino dulce es originario de la región andina y fue domesticado desde tiempos prehispánicos (León, 1964). Los nombres en lenguas nativas y en español que ha recibido esta especie son varios, lo que demuestra su amplia difusión. Así, en quechua se le llama cachum, xachum; en aimara kachuma; en español pepino, pepino dulce (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile), mataserrano (Perú, regiones central y meridional), peramelón (Canarias); en inglés "peruvian pepino", "sweet cucumber" y "pear melon".

 

Las representaciones del pepino dulce en diversos objetos de cerámica de las culturas Chimú y Paracas constituyen pruebas de que se trataba de un cultivo de amplia aceptación e importancia en esas épocas. No lo fue durante la Colonia y tampoco durante la República.

 

Incluso durante la Colonia, el Virrey Melchor de Navarra, conde de la Palata, prohibió el consumo de esta fruta y se le otorgó el insinuante nombre de mataserrano. En la costa norte del Perú (valles de Virú y Moche), existe la creencia entre los agricultores de que el consumo de pepinos, después de haber bebido licor, puede causar la muerte.

 

Esta fruta puede caer indigesta especialmente en alturas, sin embargo a nivel del mar –como el caso de los pastores de Moche y Virú de la costa peruana que llevan pepinos en la alforja– suele consumirse durante las caminatas por el desierto (Sánchez, 1992).

 

Estas creencias han contribuido a que el cultivo de S. muricatum se practique sólo en pequeñas áreas y su producción permanezca en estado incipiente. Aunque en los últimos diez años se ha extendido su cultivo, especialmente en Manizales, Colombia; en Chile existen más de 400 ha de pepinos en el valle de Longotoma (NRC, 1989).

 

El cultivo original del pepino se extendió a lo largo de los Andes, desde el sur de Colombia hasta Bolivia incluyendo la costa del Perú. Durante la época de la Colonia se introdujo en México y América Central, donde se lo conocía como Solanum guatemalense, habiendo decrecido su uso posteriormente.

 

 

 

Descripción botánica, propagación

 

La planta es herbácea, muy ramificada y de base leñosa. Follaje abundante, hojas simples o pinnadas (1 a 3 pares de folíolos), láminas y folíolos elíptico-lanceolados, estrigosos o glabros. Inflorescencia subterminal con pocas flores. Flores pentámeras, cáliz persistente en el fruto, corola actinomorfa de 2 cm de diámetro y color azulado con márgenes blanquecinos. Estambres más cortos que la corola, anteras amarillas conniventes, dehiscentes por poros apicales. El estilo emerge ligeramente por entre las anteras. Fruto ovoide cónico a subesférico, con o sin semillas (Sánchez, 1992).

 

 

Figura 33

Pepino dulce (Solanum muricatum)

 

A. Flor. B. y C. Frutos

Fuente: Sánchez, 1992

 

 

Son frutos atractivos a la vista por su color blanco amarillento, con jaspes y rayas longitudinales, purpúreos al estado maduro; son agradables al olfato y al gusto, por su suave aroma típico y sabor ligeramente dulce.

 

Las plantas son propagadas por vía vegetativa; son de rápido crecimiento e inician la floración entre los 4 y 5 meses después de la siembra. Las plantas propagadas por semilla son más tardías. A pesar de que la planta es perenne, los agricultores sólo aprovechan dos campañas de fructificación, por la sucesiva disminución de rendimientos y calidad de los frutos.

No se conoce la duración de la vitalidad de las semillas después de que éstas han sido extraídas de los frutos, pero con frecuencia aparecen plántulas en los huertos donde se los cultiva.

 

En laboratorio se han obtenido plántulas incluso después de 15 a 20 días de desecación de las semillas. Las plantas son partenocárpicas, no necesitan polinización para producir frutos, sin embargo la autopolinización y polinización cruzada aumenta la producción de frutos (NRC, 1989).

 

 

Fotografía 23

Pepino dulce. Variación de colores

 

 

 

Requerimientos climáticos

 

El pepino es una especie tropical, de climas templados, montanos y costeros. En el área andina los cultivos se localizan en los valles interandinos y en las vertientes occidentales, desde los 900 hasta aproximadamente 2800 msnm. Estos límites se enmarcan dentro de 24°C en el límite inferior y 18°C en el superior, con precipitaciones entre 500 y 800 mm anuales. Las características climáticas descritas corresponden a las zonas agroecológicas de yunga alta y quechua del Perú. Los cultivos costeros se practican al sur de los 70° lat. S, durante el otoño e invierno cuando la temperatura oscila entre 21 y 17°C y la humedad atmosférica aumenta por efecto de las neblinas y garúas.

 

 

 

Problemas fitosanitarios

 

El pepino producido en cultivos aislados y en huertos casi no es atacado por ninguna plaga o enfermedad. Algunos ataques en plantaciones comerciales han sido menores, sin una mayor importancia económica. En plantaciones de California se menciona que áfidos, hormigas y moscas blancas causaron un serio problema. Incluso se menciona el ataque de nemátodes y que los pepinos en general son susceptibles a los virus (NRC, 1992).

 

 

 

Fitomejoramiento

 

La especie muestra amplia variabilidad intraespecífica, lo que ha causado la sinonimia antes mencionada. La variación morfológica se evidencia en la división de la lámina foliar (compuesta y simple), pubescencia de tallos y hojas (glabras y estrigosas) y forma, color y consistencia de los frutos. Se ha detectado variación fisiológica en la formación de frutos y semillas, pues hay biotipos que producen frutos después de la polinización y contienen semillas fértiles, y otros que forman frutos partenocárpicos y sin semillas debido al polen estéril. Las correlaciones entre los caracteres descritos no se han establecido y merecen investigaciones específicas. Se han descrito variedades y formas. Entre las primeras, "Protogenum" se caracteriza por tener hojas compuestas y "Typic" por tener hojas simples. Dentro de esta última se distingue la forma glaberrimum, con hojas glabras.

 

La ocurrencia de especies silvestres relacionadas al pepino es un aspecto aún no bien definido. Investigaciones basadas en cruzamientos interespecíficos relacionan S. muricatum con S. caripense H. & B. ex Dun., S. tabanoense Correl y S. trachycarpum Bitt & Sodiro. De éstas, la primera es considerada con mayores posibilidades de tal afinidad genética por haberse obtenido híbridos fértiles. De las otras especies existen menos pruebas, pero en el caso de tratarse de S. tabanoense, el origen de S. muricatum podría ser el sur de Colombia y Ecuador, pues ésta es el área de distribución natural de la especie con que se relaciona (Heiser, 1964).

 

En la sierra de Cajamarca, Perú, se encuentra con regular frecuencia la forma típica de S. muricatum, con frutos subesféricos, de ápice hendido y color verde amarillento con algunos jaspes purpúreos. En la costa peruana se ha encontrado, en cultivos puros y comerciales, la forma glaberrimum, de la cual se distinguen dos cultivares:

 

    - "Morado listado" de hojas verde oscuro, ramas suberectas y frutos ovoide-cónicos de tamaño variable; los de mesocarpo amarillento y muy dulce son los más apreciados en el mercado.

- Otras variedades son "Oreja de burro", de hojas verde claro, ramas largas semipostradas, frutos cónicos elongados, grandes o medianos, con poca pigmentación; "pepino blanco" de mesocarpo blanco harinoso y menos dulce.

 

- La variedad "Protogenum" ha sido descrita para Colombia y Ecuador, donde no se conocen cultivares. En la costa norte del Perú se cultivaba un pepino morado, de forma subesférica y muy dulce. Los agricultores consultados dicen que "se ha perdido". Por ello es necesario recolectar material vivo en toda el área de distribución de S. muricatum para establecer un banco de germoplasma (Sánchez, 1992).

Para lograr una promoción sostenida del cultivo de S. muricatum se debe efectuar un programa de investigación multidisciplinario que incluya:

 

    - exploraciones botánicas en el ámbito de la dispersión primaria, que permitan reconocer la amplitud de la variabilidad intraespecífica y definir los centros de diversidad genética;

- investigaciones anatómico-morfológicas, de biología floral y citogenéticas, para interpretar el comportamiento ecofisiológico y la variabilidad genética; e

- investigaciones fenológicas y de técnicas agronómicas de cultivo en diferentes áreas ecológicas, para conocer las necesidades nutricionales, de sanidad y las potencialidades de rendimiento.

Las líneas de investigación deben estar orientadas a caracterizar cultivares e implementar un banco de germoplasma. El uso alterno de la propagación vegetativa y sexual debe ser mejor explotado. La primera sirve para estabilizar las formas varietales y acortar el ciclo biológico, y la segunda para promover la diversidad genética.

 

 

 

Cultivo

 

La propagación generalizada es por esquejes. La preparación de estos consiste en recoger las ramas sanas y maduras y cortarlas en una longitud de 30 a 35 cm; luego se dejan a la sombra por espacio de 2 a 3 días para que se produzca una ligera deshidratación y se promueva un rápido enraizamiento.

 

El ciclo biológico, mediante esta forma de propagación, es el siguiente:

 

    - enraizamiento de las ramas: es muy rápido (10 a 15 días en suelo húmedo);

    - crecimiento vegetativo: se manifiesta por la abundante emisión de ramas y follaje, y dura 3 a 3,5 meses;

- floración y fructificación: es abundante por el número de ramas y dura 1,5 a 2,5 meses;

- estado de postcosecha: es un período de descanso de la planta durante el cual no se emiten ramas ni follaje. Es el momento apropiado para obtener esquejes de propagación y al mismo tiempo podar la planta; y

- rebrote: con la presencia de mayor humedad, la planta inicia un nuevo ciclo fenológico. El suelo, con suficiente humedad, se prepara arando en surcos. Después de 4 a 5 días se hace el aclarado del surco, que consiste en desterronar más el suelo y profundizar los surcos para una buena infiltración del agua, sin anegar el camellón. La plantación de los esquejes se realiza en suelo húmedo, en el tercio inferior de la costilla del camellón, a 50 cm de distancia entre planta y planta. La distancia entre surcos es de 80 cm.

Las labores culturales consisten en riegos, escardas y aporcado. Los riegos son frecuentes en los primeros días después de la siembra y luego se distancian de acuerdo a las necesidades. Durante la maduración de los frutos se suspenden los riegos. El aporcado se realiza 30 a 35 días después de la siembra y se aprovecha para enterrar el abono.

 

Se desconoce el rendimiento por unidad de superficie en las diferentes condiciones ecológicas de los Andes, pero conteos en plantas de huerto indican que pueden producir 50 a 60 frutos en un período de crecimiento que dura 4 meses.

 

Las limitaciones en los países de origen, para una expansión del cultivo están determinadas por:

– la marginación social de los frutos, que es causa de su escaso consumo;

– la subutilización de la variabilidad genética;

– la falta de técnicas comerciales de cultivo;

– el transporte inadecuado de los frutos.

Sin embargo, estas limitaciones no constituyen factores que impidan definitivamente el cultivo extensivo de S. muricatum, pues se ha avanzado notablemente en países fuera de la región andina y en la misma (caso de Chile).

 

 

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